Cartas a él

Cartas a él IV

Cielo mío:

Ya soy más detallista en los adjetivos creo que te has dado cuenta.

Llevo dos mil novecientos veinte días sin ti, setenta mil ocho horas pensando en como habría sido mi historia contigo, cómo hubiese sido el reflejo que hoy no calla en el espejo. Perdóname amor pero las matemáticas no mienten y los tantos vacíos si que menos.
Llevo enésimos minutos tratando de averiguar las teorías que conceptúan concebir el pensamiento sin ti y tratando de estar en un respiro ambiguo, más sin embargo me quedo en mis intentos, imposible estar con tu ausencia aunque siempre lo hago , así que ya no me sorprende esta mala costumbre. Constituirme de ti en mis atardeceres ya no es otra cosa más que permutar las alas para volar entre los límites de mi conciencia que sólo repiten y repiten tu nombre y estos ojos que no dejan de llorar en la definición de los sueños.
La utopía de encontrarte y perderme en ti sólo me hace sumergirme en tus lagunas donde se nos arrancan las manías de estar sin nosotros.
Y de nuevo me posees en los pensamientos, en la omisión, en los callejones que arrinconan al final de la sin salida donde es humo el miedo de presentirte.
Lastimosamente para mí mi historia comienza contigo y termina con un te amo en los labios.