Atemporal
Me contemplo siempre en cada reflejo,
en cada latido de donde surge este miedo.
Inerte,
presiento el camino que he de recorrer
en cada partícula de sentimiento concebible.
Me permites colarme por este abismo de tu nombre,
innegable como el mío,
en cada esquirla de tiempo vencido.
Riesgo de ambos al intentar tomarnos de las manos
cuando sabemos que nos limita
el hambre de pertenecernos,
pero,
la caída es indispensable,
el dolor se siente en la herida,
en el desierto que hemos construído tras nuestros abandonos,
tras nuestras muertes,
cada una de ellas líquida y salada,
dolorosa y penetrante como el tic tac de nuestras horas.
Me contemplo siempre en cada reflejo,
en cada latido de donde surge este miedo.
Inerte,
presiento el camino que he de recorrer
en cada partícula de sentimiento concebible.
Me permites colarme por este abismo de tu nombre,
innegable como el mío,
en cada esquirla de tiempo vencido.
Riesgo de ambos al intentar tomarnos de las manos
cuando sabemos que nos limita
el hambre de pertenecernos,
pero,
la caída es indispensable,
el dolor se siente en la herida,
en el desierto que hemos construído tras nuestros abandonos,
tras nuestras muertes,
cada una de ellas líquida y salada,
dolorosa y penetrante como el tic tac de nuestras horas.