Suicidio lento
Vuelvo con el miedo plegado
a los tobillos y la lagrima pulverizada
Vuelvo con el miedo plegado
a los tobillos y la lagrima pulverizada
de tiempo, con el vacío llevado a
cuestas y el recuerdo escondido
como aguja en un pajar.
Los hilos de ayer son tan frágiles
Los hilos de ayer son tan frágiles
que terminan por desprenderse precipitando
la caída en el oleaje de la vida, en la infinidad
que abriga el silencio en su lengua de
sacrificios.
Montando una mueca de
satisfacción a este herida maniática,
esa que suele habitarme en noches de
polvo y suplicas de vértigo.
Cruzando abismos en
esta urbe de monotonías voy
arrancándole un átomo de oxigeno a
este abandono;
al terminar un café haciendo
compañía y la sangre goteando
– suicidio lento –
Montando una mueca de
satisfacción a este herida maniática,
esa que suele habitarme en noches de
polvo y suplicas de vértigo.
Cruzando abismos en
esta urbe de monotonías voy
arrancándole un átomo de oxigeno a
este abandono;
al terminar un café haciendo
compañía y la sangre goteando
– suicidio lento –