Suicidio lento

12 Reflejos

Suicidio lento

Vuelvo con el miedo plegado
a los tobillos y la lagrima pulverizada
de tiempo, con el vacío llevado a
cuestas y el recuerdo escondido
como aguja en un pajar.

Los hilos de ayer son tan frágiles
que terminan por desprenderse precipitando
la caída en el oleaje de la vida, en la infinidad
que abriga el silencio en su lengua de
sacrificios.

Montando una mueca de
satisfacción a este herida maniática,
esa que suele habitarme en noches de
polvo y suplicas de vértigo.

Cruzando abismos en
esta urbe de monotonías voy
arrancándole un átomo de oxigeno a
este abandono;


al terminar un café haciendo
compañía y la sangre goteando
– suicidio lento –

Narcótica

10 Reflejos

Narcótica

Te aguardo silenciosa en el eco
de mí, en mis vagas emociones,
así como cuando se me da por llorar y
creer en las estatuas del pasado;

es tan repetitivo, tan mío que
ya el dolor sobrepasa el umbral.


_______________- Te me has vuelto anestésico –

Tengo cerradas todas las neuronas
para comprenderte en el vacío
donde me habitas, en el dolor que
no duele, en esta respiración
tan tuya.

Te concentras en el ombligo como
herida que no sana, dueles, tanto así
que a veces siento que soy inmune
en cada lágrima.

Es tan narcótica esta necesidad de
sentirte que suelo amar el espejismo
de ti, la voz que me llama, la radiografía
de la soledad limitándome en tu aliento.

Siento este ardor de ti, así como
se siente dormir con el estómago vacío
o como cuando en vez de matriz sólo
sientes los huesos plegado a la piel;

y sólo me queda la tinta con la que
suelo suicidar una hoja en blanco,
mancillándola de ti, de mí, de lo
imperfecto que somos.