Vuelvo con la costumbre pegada al pecho,
con el dolor de siempre,
y caigo,
con el único pretexto de que sigas latiendo
más sin embargo te detienes donde la herida
toma nombre.
Quedo detenida en el instante
donde el vértigo apaga sus luces en esta urbe de silencios,
y justo allí te me haces lágrima...
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2 Reflejos:
De cierto, alli, donde todo se hace lágrimas, es preciso volver de vez en cuando.
Saludos, Ros, y besos.
uffff, brutal!!!!!
hola reina de la bahía.
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